Estas sesiones son muy importantes para refrescar y reforzar lo aprendido en terapia, para tratar nuevos problemas que hayan podido surgir y para evitar futuras recaídas.
En el centro trabajamos desde un enfoque integrador, es decir, no nos centramos en trabajar un problema desde una única orientación, ya que entendemos que de ser así la terapia sería algo rígida y por lo tanto no se adaptaría a las necesidades de la persona, sino que trabajamos uniendo las distintas técnicas, terapias y tratamientos que resultan efectivos en un modo de trabajo integrador, flexible y resolutivo que resulta satisfactorio para los problemas del paciente.
La fase de evaluación es el primer paso de la terapia y consiste en recabar información sobre el problema que preocupa al paciente.
Esta recopilación de información se realiza a través de una entrevista, cuestionarios y registros, los cuales ayudan al psicólogo a conocer a su paciente y a entender mejor aquello que le preocupa.
Consiste en contarle al paciente de manera detallada el origen, desarrollo y mantenimiento de su problema para que comprenda como ha llegado al punto en el que actualmente se encuentra, junto con la explicación del tratamiento que se va a llevar a cabo en consulta.
El tratamiento es la fase de la terapia en la cual el paciente lleva a cabo nuevos aprendizajes como el autoconocimiento, la aceptación, el refuerzo de las propias capacidades, el desarrollo de distintas habilidades y estrategias… desarrollando así una nueva manera de actuar y pensar ante los conflictos, lo cual ayuda a que el paciente resuelva de manera exitosa el problema por el cual acudió a terapia.
La fase de tratamiento es la que más tiempo requiere y las sesiones dependen del tipo de problema que presenta el paciente, del tiempo que lleva el problema instaurado en su vida y de las características propias de la persona.
Una vez que el problema se ha solucionado, comienza la fase de seguimiento, la cual consiste en varias sesiones espaciadas en el tiempo en las cuales terapeuta y paciente se reúnen para revisar que todo marcha bien.
Estas sesiones son muy importantes para refrescar y reforzar lo aprendido en terapia, para tratar nuevos problemas que hayan podido surgir y para evitar futuras recaídas.
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